24 Dic Los nuevos tiempos
Apenas unos días para dejar atrás un año que ninguno de nosotros olvidará jamás, durante el resto de su vida.
Un año duro, extraño, completamente inesperado, tajante, serio, muy serio, en el que hemos aprendido muchas más cosas de las que somos conscientes de haber aprendido.
Como por ejemplo que los seres humanos, a pesar de haber llegado a la luna y de haber alcanzado recientemente los mayores logros en toda la historia de la humanidad, somos infinitamente pequeños frente a un virus microscópico. Y también, que estamos tan solos y tan desprotegidos en este planeta, que sólo nos tenemos a nosotros, a todos nosotros, nada más y nada menos que a todos los demás, para vivir el resto de nuestras vidas.
El año en el que nos hemos redimensionado todos y a todo, o más exactamente, en el que nos hemos dado cuenta de nuestras verdaderas dimensiones. El año de la nueva medida de todo: los apretones de mano, la cercanía de los otros, los besos y los abrazos, la proximidad de la muerte inesperada, los codos y las sonrisas ocultas, las bocas desconocidas, las expresivas cejas, la heroicidad cotidiana, la solidaridad por todos lados, incluso dentro del propio egoismo.
Un año sorprendente de magia inesperada, a veces negra, pero también blanca como las batas de los que cuidan a otros.
Un año para olvidar, pero sobre todo, para no olvidar nada de lo que hemos aprendido y de lo que descubriremos que aprendimos en este año sin saberlo.
Porque ya se presiente, como la primavera al final del invierno, que vienen los nuevos tiempos, y eso hay que celebrarlo, quizá con una copa de buen vino.
Dentro de poco, en VINOS LA VICA, desenterraremos vinos que duermen ahora bajo el Volcán.